Por otra parte siempre he tenido ese miedo de evaluar a un niño, pues no se que aspecto tomar o cómo hacerlo, y cuando la profesora me pidió mi opinión acerca de los niños que ayude a tomar la lectura, me sentí pequeñita “más de lo que soy”, y pensé muy bien que decir, y al final la profesora confirmó mi opinión y me ayudó a mejorar los términos de corrección. Algo que me ayudó mucho para otras oportunidades.
De la misma manera esta semana salí muy complacida con la actividad que realice en relación al Día de la Tierra, ya que los niños me sorprendieron en la asimilación de la misma, y confirmaron que a través de diversas herramientas puedes ganarte su interés y atención, creando así un aprendizaje más significativo, aunque lleva mucho trabajo crear ese proceso en el que el niño se integre (me refiero a
las herramientas), al final de todo dices vale la pena. Corroborando que nuestro trabajo es arduo y que cada día es un día diferente en el que los niños quieren aprender cosas nuevas y de diferentes maneras. Así que hay mucho trabajo por hacer.